La revolución del afecto
"¿Y si el futuro es suave y la revolución es tan amable que no hay un final a la vista?"




Afecto. Efecto. Solo una letra las separa.
Este texto germina a partir de una publicación de Soledad Barruti y su mención a Ayisha Siddiqa, activista climática. Sus palabras son las del subtítulo y atravesaron la pantalla como la flecha de Diana: ¿y si el futuro es suave…?
EN OTRO PANEL SOBRE EL CLIMA, ME PIDEN QUE VENDA EL FUTURO Y TODO LO QUE TENGO ES UN POEMA DE AMOR, por Ayisha Siddiqa.
¿Y si el futuro es suave y la revolución es tan amable que no hay un final a la vista?
Ciudades enteras respiran, y la mala suerte es vencida por una promesa a las hojas.
Enfrentar tu propio final es difícil.
El futuro retoza por ahí, sin comprometerse con nadie, tal como es su derecho.
La rabia contra la injusticia endurece la voz.
Si el futuro se va sin nosotros, el silencio que vendrá después será una nada indescriptible.
¿Y si lo convencemos de quedarse?
Qué raro y hermoso es que existamos.
¿Y si sorprendemos a la existencia una vez más?
Cuando me despierto y me levanto de la cama, mi prima de siete años,
con su vientre desgarrado, me sigue.
Luego vienen mi abuela, mis tías, mis otros primos
y la forma violenta de su agua potable.
La tierra recuerda todo,
nuestros cuerpos son del color de la tierra y nosotros
somos nadie.
De tantos apocalipsis hemos nacido, ¿qué importa uno más?
El amor sigue siendo la única revancha. Crece cada vez que la tierra es incendiada.
Pero si sirve de algo: lo haría de nuevo.
Apostaría por la humanidad cien veces más.
Me comprometería con la vida para toda la vida, mientras los árboles caen y nos llevan con ellos.
Seguiría al amor hasta la extinción.
—
Traducción libre de esta humilde servidora.
Fuente original: https://onbeing.org/poetry/on-another-panel-about-climate-they-ask-me-to-sell-the-future-and-all-ive-got-is-a-love-poem/
“Todo lo que tengo es un poema de amor”. Después de traducir el poema quedé suspendida en él, en lo que expresa y cómo lo hace. Me recordó a un poema que leyó mi amiga Carla en nuestro podcast compartido y este pedacito que me pareció maravilloso:
"Pero el amor es como la corteza de la tierra;
parece tan firme,
y el amor se mueve con nosotras, amiga,
aunque el movimiento se sienta imperceptible."
Afecto, poesía, naturaleza. ¿Cuál es el cambio climático que se produce en una misma después de leer un poema de amor?
Buscando poemas de Ayisha encontré este umbral precioso que evoca el asombro que produce la naturaleza para reconectar con ella desde la inspiración, la curiosidad y la capacidad de contar historias. En su colaboración con Huck, crearon estos microvideos poéticos titulados “Odas a la naturaleza”.
A continuación me gustaría compartir uno de los poemas, no sin antes transcribir un testimonio de quien recita, Amani Saeed, sobre el entorno en el que fue invitada a leer:
"Lo primero que me llamó la atención de este lugar fue una inmensa tranquilidad", dice Amani. “Te sentís como un extraño invadiendo el espacio. A primera vista, parece una destilación verde pero especialmente, como escritora, intento observar y mirar las cosas tal como son. Centrándome más en los detalles, siempre me llama la atención la belleza que se puede encontrar. Aparecen entonces estas pequeñas viñetas: la claridad del agua del arroyo de tiza, el efecto de humo que produjo cuando dejé caer una piedrita ahí, todo este follaje diverso saliendo, muriendo y convirtiéndose en algo nuevo.”
La revolución del afecto. La revolución de dejarnos afectar, impregnar, por lo que nos rodea; pero además, la revolución del cariño, de la atención, del cuidado. En un contexto que busca incansablemente generar efecto, que fomenta la sed de estridencia e impacto, atrevernos a lo pequeño, a la lentitud, al vacío, a centrarnos más en los detalles. No ir ferozmente hacia las cosas, sino encontrarlas a mitad de camino. Extender la mano en la luz, observar la sombra que proyecta, interpretar en ella un dibujo, un poema. Detenerse a acariciar la superficie de lo cotidiano, alimentar a las plantas con frases amorosas, saludar a los animales como si habláramos el mismo idioma (quizás lo hacemos). Volver al juego, a la contemplación, a la valiosa y valiente equivocación que perdimos en un mundo de pantallas, proyecciones y perfección implacable.
Mientras escribo, aparece una palabra en inglés titilando en mi memoria poética: care. Su traducción formal es cuidado, atención, dedicación, una forma de presencia. Me parece hermoso que exista una palabra que reúna todo eso, todo esto: take care (cuidate), I care about… (me importa algo o alguien), care for… (cuidar algo, querer o que te importe algo o alguien), done with care (hecho con cuidado, afecto o delicadeza).
Por lo tanto, jalando del hilo que conecta, las preguntas de hoy podrían ser:
¿Cuál es tu forma de afecto?
¿Qué o quiénes te importan?
¿Qué acciones realizás con dedicación o delicadeza?
¿Cuál es tu forma de ser suave en el mundo?
Te invito a llevarlo al cuaderno e intuir algunas orografías posibles. Ojalá lo que surja sea como esos arroyos de tiza de los que habla Amani, que nacen del puro manantial y dejan ver la profundidad a su paso.
Si te animás a compartirlo, aquí te leo.
Abrazo azul,
Sol
—
Imágenes del inicio, vía Pinterest